No es oro todo lo que reluce

ALGUNAS CONSIDERACIONES DEL FOLLETO “GUÍA PARA UNA LACTANCIA FELIZ- PHILLIPS- AVENT” (Repartido por la Fundación Hospitalaria en Curso de Preparto)

Antes que nada decir que no es azaroso que hayan elegido al Doctor Beccar Varela para que sea la cara visible de este folleto (porque dudo que lo haya leído y consentido), un médico promotor y difusor de la lactancia materna. Por eso me parece sumamente importante realizar este análisis sin dejar por supuesto de hacer la denuncia como corresponde a la IBFAN por violación del Código internacional de Sucedáneos de leche materna.

Voy a mencionar algunos de los puntos que me parece no se pueden pasar por alto, lo hago presentando el título de cada uno con su respectiva numeración:
¿Cómo cuidar la piel de tus pezones y aréolas? (2.6) pág 12
¿Hay que preparar los pechos para amamantar? No hay acuerdo entro lxs profesionales de la salud en este aspecto, me quedo con la mirada de Carlos Gonzalez (pediatra y asesor de lactancia) que a mi juicio tiene bastante de sentido común:
Preparar el pezón para la lactancia es como preparar los pies para andar o la nariz para respirar. Son para eso: la nariz es para respirar y los pechos para amamantar, ya vienen preparados de fábrica. Una versión suave habla de exponer los pezones al aire y al sol, y de ir sin sujetador para permitir el roce de la ropa, argumentando que esa es la preparación natural que recibirían los pechos si no estuvieran siempre tan tapados. La idea parece razonable, especialmente cuando hace unas décadas comparábamos el fracaso de la lactancia en Europa y su éxito en África. Pero las europeas, tanto o más tapadas que ahora, dieron el pecho sin problemas hasta principios del siglo xx. Y las madres esquimales también dan el pecho. Si le gusta ir sin sujetador o tomar el sol en los pechos (con precaución, que se queman), ningún problema; pero desde luego no es obligatorio para poder darle de mamar a su hijo. Pues esa supuesta obligatoriedad es el mayor peligro. En general, la preparación de los pezones es físicamente inocua. Teóricamente, la estimulación excesiva del pezón podría desencadenar contracciones, e incluso un parto prematuro; pero lógicamente cualquier madre que notase tales contracciones dejaría de frotarse los pezones al instante. Teóricamente, los conductos del pezón podrían dañarse por estirarlos y retorcerlos de forma exagerada; pero eso, si es que alguna vez ha ocurrido, debe de ser muy muy raro. Sí que es frecuente, en cambio, que algunas mujeres se vean obligadas a hacer durante el embarazo cosas que les molestan, les duelen o les incomodan porque les han dicho que si no se preparan, no podrán dar el pecho. En los casos extremos, algunas mujeres deciden no dar el pecho para no tener que pasar por la preparación. Y otras, cuando después del parto tienen grietas o dolor en los pezones, en vez de buscar ayuda para solucionarlo, se quedan en casa llenas de culpa: «Ahora me tengo que aguantar; si me hubiera preparado los pezones como me dijeron…».
(Extraído del capítulo 3 El embarazo del libro Un regalo para toda la vida: Guía de la lactancia materna- Carlos Gonzalez).

En lo dicho anteriormente si bien no hay “violación” del código, de alguna manera atenta contra la lactancia materna, porque todo aquello que nos quiera apartar de lo natural, de alguna manera lo hace.

El bebé que no aumenta bien de peso (6.5) pág. 37
El artículo presenta continuamente contradicciones entre lo que ofrece (con claras intenciones económicas) y lo que dice recomendar por ser más saludable, ya sea para la madre o para el bebé como en este caso. “No debe usarse la mamadera para dar el complemento porque el bebé puede rechazar el pecho a corto plazo”. Esto en medio de publicidades que auspician la mamadera de una marca determinada.

Extracciones (7.2) pág. 39
“Desde ya que no conviene introducir ninguna mamadera en las seis primeras semanas de vida para permitir que quede bien establecida la succión al pecho”. Y otra vez lo mismo.

Un cambio natural: el destete (13) pág. 56

Qué manera de disfrazar el contenido colocando ese título. Primera cuestión; el regular esfínteres no es algo que “deba enseñarse” eso ocurre cuando estamos fisiológicamente preparadxs; como otras cuestiones como caminar por ejemplo; así que eso de que “Alicia no comenzó a enseñarle el control de esfínteres a su hijo y no le pone límites” no me parece afortunado y menos aún si ese niño tiene apenas 21 meses de edad.
Ahora bien, en la cuestión del destete específicamente hablando nadie, absolutamente nadie puede opinar sobre cuándo es el momento oportuno (ni la amiga, ni el pediatra, ni tu madre, ni otra que ya amamantó a varios hijxs, ni nadie) sólo la mamá y el bebé hallarán la respuesta.
La madre podrá optar por inducir un destete gradual (preferentemente no antes de los 24 meses de edad: destete dirigido) si no está dispuesta a esperar a que sea el/la niñx quien decida: destete espontáneo. Pero deberá saber que el/la ninx no lo eligirán, ya que es fisiológico que esto ocurra entre los 2 años y medio y los siete años. Luego vienen las cuestiones culturales, que son un tema aparte, pero estamos hablando de fisiología.

Los artículos promocionados en este artículo y que violan el código son mamaderas, chupetes y tetinas.
                                                                                                                                                                                                                                                                                   Paula Salvador (AcariciArte)

Motivos del abandono de la lactancia materna en Argentina

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Tomaré un gráfico estadístico de los motivos de abandono de la lactancia materna en Argentina realizado por ENNyS en 2007 y republicado en 2010: (si bien existen datos más actualizados me interesaba reflexionar sobre esta variable) y a partir de él iremos desmitificando esos motivos:

 

Razones abandono lactancia materna

Para quienes lo deseen aquí dejo la ENNyS  con los análisis publicados en 2010 completa:

Haz clic para acceder a 0000000258cnt-a09-alimentacion-de-ninos-menores-de-2-anos.pdf

Las principales razones de abandono de la LM (Lactancia Materna) fueron diferentes según la edad a la que los niñxs fueron destetados, pasando de una respuesta casi única (“me quedé sin leche”) a múltiples razones hacia los dos años de vida. El motivo “me quedé sin leche” disminuye en proporción a medida que aumenta la edad de los niñxs. Este motivo fue especialmente importante en el grupo de niños de 0 a 3 meses ya que más de la mitad de las madres que dejaron de amamantar a sus niños de esa edad lo hicieron por esta razón.

Entre los 4 y 6 meses la segunda causa mas importante de abandono fue “tuve que salir a trabajar” razón que también resultó ser una de las más importantes para todos los niños entre 7 y 18 meses de edad. Por último es importante remarcar el aumento progresivo de abandono de la LM por “indicación médica” a medida que aumenta la edad de los niños, pasando de un 5% en el grupo de 0 a 3 meses, a un 27% en el grupo cercano a los 2 años de edad.

Empecemos por el primero de los mitos:

Si uno dice la frase «me quedé sin leche» está entendiendo al pecho como un vaso de agua, había una cantidad, la tomé y ahora no hay más.

La lactancia materna más bien debiera compararse con el grifo de agua, si la abro, el agua sale , sino no sale. Ese «abrir» está asociado a la succión del bebé; si el bebé mama, habrá leche. A más demanda, más producción. Por lo que en un punto es cierto que me puedo «quedar sin leche», si el bebé no mama lo suficiente. ¿Cuánto es lo suficiente? El lactante lo irá indicando, por eso se dice que la LM es a demanda, no importa si ya tomó hace 3 horas o diez minutos. Si quiere sólo un pecho y ya se queda satisfecho. Esa demanda en lxs niñxs pequeños incluye las noches también.

Un pequeño video donde el D. Carlos González explica qué significa que el pecho se de a demanda:

Con el correr de los meses, de acuerdo a la encuesta, ese motivo disminuye, seguramente al recibir otros alimentos, la madre no siente la responsabilidad  de ser la única proveedora de alimentos y direcciona la causa hacia el niñx «dejó solx», o bien utiliza el argumento «no aumentaba de peso» que va creciendo notablemente conforme crece la edad del niñx (ya hablaremos de ello).

De cualquier manera ese argumento mantiene unos valores elevados hasta el año de vida, lo que indica que la alimentación complementaria (AC) puede no estar llevándose a cabo de manera adecuada. Ya sea que elijamos dar los alimentos en cuchara o permitirle que coma solx, (BLW) la AC siempre deberá realizarse a demanda al igual que la lactancia.

Para ello sólo bastará con ofrecer el pecho siempre que el bebé lo requiera (tal y como se entiende que ya veníamos haciendo) sin importar si está por comer y «se va a quedar sin apetito» o si ya comió. Continuando a demanda, de día y de noche; el propio bebé irá incrementando la cantidad de alimentos que desea ingerir e irá poco a poco autorregulando el destete y la alimentación complementaria.

De la misma manera puede ocurrir con la vuelta temprana al ámbito laboral de la madre (si la OMS está sugiriendo 6 meses de LME evidentemente 3 meses de baja maternal está resultando poco). Si bien existen maneras de augurar la continuidad de la lactancia materna a pesar de la vuelta al trabajo (y ya hablaremos de ello), la falta de información puede llevar a que una madre se «quede sin leche».

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Dificultades en la lactancia: Conductos obstruidos

Hoy me toca contar esta historia en primera persona (lamentablemente). Ahora que el dolor y la tormenta pasó decidí tomarme el trabajo de documentarlo para que pueda ser de ayuda a otras madres.

Esto ocurrió con un bebé lactante de 9 meses y una lactancia más que afianzada (con casi 8 meses de LME). Es decir que a cualquiera puede ocurrirle.

Empecé con una pequeña molestia en la mama izquierda (no llegaba a ser dolor), me observo y tenía colorada una porción en forma de pizza en la zona de la aréola. Reconozco que no lo traté a tiempo por tener a mi hija mayor enferma y al lactante bajo los cuidados necesarios a causa de una conjuntivitis (imagínense que una tiene poco tiempo de ocuparse de una con los niñ@s san@s…). Pasaron unos días y después de observar, descartar y analizar qué podía ser decidí iniciar el tratamiento por conductos obstruidos y fotografiar la mama:

 IMG_20150713_131730

 

Grietas no podían ser porque no correspondía a la zona del pezón y suelen generarse por malas prendidas del bebé al pecho (raro con 9 meses de lactancia y un bebé que mama acostado y de la forma en que le venga en gracia).

Conforme pasaban los días el dolor se incrementaba mucho, no podía tolerar el momento de darle de mamar de ese pecho, aunque sabía que debía hacerlo porque de lo contrario la leche se iba a acumular y sería peor. Era una sensación como de ardor o quemazón. A pesar de ello una noche en medio de tanto dolor decidí saltear algunas de las tomas de ese pecho y en consecuencia tuve que levantarme a drenar la leche porque se había ingurgitado la mama. La extracción la realicé siempre a mano (si no están cancheras con eso, se puede hacer uso de sacaleches pero como la mayoría de las veces que hay alguna complicación duele igual o más que poner al niñ@ a mamar la verdad que no tiene sentido hacerlo porque el niñ@ es quien mejor vacía la mama). Esa noche pasé unas 4 horas calentando agua y aplicando paños tibios para estimular la bajada de la leche, la cual se podía ver que salía por un solo conducto; masajeando en la zona donde se sentían los bultos que era la leche retenida. Fuera de las tomas eventualmente sentía algún pinchazo.

Otra pista que me indicó que se trataba de conductos obstruidos (o mastitis no infecciosa) fue que al realizar la extracción de leche siempre lo primero que salía era la leche grasa, (por su color y espesor) que es la leche que debe salir al final de la mamada.

Lo que me mantuvo con calma en todo momento fue no sospechar una mastitis infecciosa porque no presenté fiebre (ni febrícula), tampoco dolor muscular ni óseo, ni «estado gripal», en fin… todo dolor era local. Tampoco hubo rechazo del pecho en cuestión, algo que es habitual ya que la bacteria modifica el sabor de la leche.

También sabía que unos conductos obstruidos no curados podían derivar en la mastitis infecciosa. Así que con mucho cuidado comencé a ocuparme tratando de hacer extracciones manuales cada vez que pudiera; tomando duchas de agua caliente y aplicando la propia leche en la herida para que cicatrizara (en algún momento también crema de caléndula). Después se formó cascarita:

 

 IMG_20150715_213253                 A una semana del inicio aprox (2)

Un recurso que permitió seguir amamantando a pesar del dolor fue colocarlo en ese pecho en la posición que se conoce con el nombre de invertida para que su prendida no estuviera justo encima de la herida.  Es un poco complicado con bebés de gran tamaño pero sobre una cama y con almohadones se puede hacer. Por si alguien desconoce:

invertida

(no va a ser con esa cara de relajada mientras dure la obstrucción jaja)

Colocar al bebé en distintas posiciones es algo que puede llegar a ayudar, ya que se vacía el conducto donde el niñ@ apoya el mentón, y modificando su posición podemos lograr que vacíe algún conducto que quizá está obstruido.  Posición del bebé al pecho

 

A pesar de mi poco tiempo, el dolor y el cansancio decidí en alguna de esas extracciones hacer reserva de leche, de esa manera podría ofrecérsela a mi bebé en un vaso (que pobrecito tuvo que aprender a utilizar en este contexto) y la que sobrara donarla a una bebé que estuve acompañando.

Fueron momentos difíciles para toda la familia no sólo para mí; Ema (el bebé lactante en cuestión) lloraba todo el día y estaba irritable, claro, tenía hambre porque a sus 9 meses su principal alimento es la leche materna y no podía extraer demasiado de esa mama (por eso decidí ofrecerle la leche que lograba sacar en vaso ya que no quería darle mamadera que jamás en su vida había utilizado).

Una de las primeras cosas que hice antes de iniciar el tratamiento fue buscar las causas y en cuanto me di cuenta que todas eran «de libro» no dudé más. A estas edades los bebés suelen ponerse muy curiosos, por lo que sacan la cabeza de golpe del pecho y la tiran hacia atrás, a veces con el pezón en la boca. La leche queda retenida en el pecho y el bebé no la toma. A esta causa se la denomina traumática. Yo ya había notado que esto estaba ocurriendo con bastante frecuencia, era imposible que tomara la teta si estaba su hermana jugando cerca por lo que algunas veces me iba a amamantarlo al cuarto. Desde ese momento se volvió un requisito.

Si bien la mayoría de las veces es difícil estar 100 % seguros de las causas (y en ese momento era lo de menos) ahora pienso si la extracción de leche para curar las conjuntivitis pudieron tener algo que ver. Fueron 2 conjuntivitis al hilo que curé con gotas de leche materna (la de mi hija mayor primero y la del bebé después), en total 8 días de «antibiótico leche»  con colocación/ extracción tres veces por día. Al sacar sólo la primera leche si el bebé no pedía de mamar enseguida podía quedar retenida. Cuando más suele mamar es en la noche y las extracciones las realizaba durante el día.

Con casi 2 semanas de tratamiento le mostré estas fotos a una puericultora de FUNDALAM (ya en perspectiva) y no podía creer lo bien y rápido que lo había solucionado. Algo a tener en cuenta (espero no para mí pero lo cuento para alguna otra) es que me dijo que si se quiere se puede tomar lecitina de soja durante no más de una semana, una o dos cápsulas por día (aclaro que es un producto de venta libre en farmacia, serían de 1,200 g) eso ayudaría a que se disuelva la leche grasa dentro de la mama como para poder drenarla con más facilidad y que el bebé pueda mamar. No se modifica para nada la leche, el bebé mama lo mismo. Otra posibilidad (sin medicación) es aplicar tintura madre de caléndula con una gasa en la zona y sostenerla con la ropa interior.

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Decir que dolor hubo todo el tiempo durante las tomas en ese pecho aunque cada vez iba decreyendo, se requiere de mucha voluntad para amamantar en estas condiciones pero es posible hacerlo, que son 15 días comparado con los años de beneficio que pueden llegar a tener nuestr@s hijos?

Para terminar decir qué creo hubiera ocurrido si yo no manejara el nivel de información que manejo y no tuviera la propia experiencia de unos cuantos años amamantando, hubiera recurrido a una guardia de obstetricia con dos caminos posibles, o bien me daban antibiótico «por las dudas» porque como habrán apreciado en las fotos, se veía muy mal y un médico nunca quiere «arriesgar»; o me hacían la famosa pregunta «¿Qué edad tiene el bebé? ah! bueno pero ya le podés sacar la teta»; conclusión no solucionaban nada. Así que en estos casos si no son capaces de autogestionarse, siempre recurrir a una puericultora; es el consejo de alguien que lleva años «cuidando» a las díadas, atesorando lactancias como si fueran propias.

Leches de «continuación»

Les cuento algo sobre la leche artificial (la que no es producida por mamá) y las llamadas «leches de continuación». (Quiero aclarar que la OMS dice que NO son necesarias)

La ESPGHAN (Sociedad Europea de Gastroenterología y nutrición pediátrica) elaboró un importante documento en el año 1982 que fue ampliado en el 2008; uno de sus puntos:

* La leche de vaca es una mala fuente de hierro. No debe usarse como bebida principal antes de los 12 meses, aunque se pueden añadir pequeñas cantidades a los alimentos complementarios.

Respecto a las «leches de continuación» (Ejemplo Sáncor bebé 1; Sáncor bebé 2 , etc) dice el doctor Carlos Gonzalez:

* «La ley prohíbe en muchos países hacer publicidad de la leche de inicio (yo agrego ya que Carlos Gonzalez no lo dice que en Argentina también está prohibido). Pero la mayoría por desgracia no prohíben la publicidad de la leche de continuación. Así que para los fabricantes es ideal disponer de dos leches con el mismo nombre que sólo se diferencien por el numerito». (En su libro «Mi niño no me come»).

Hacé clik en el enlace y escuchá la canción que creó esta niña haciendo una parodia de un comercial de leche artificial:

Quiero la teta de mamá